Crecer es un gran reto. Esta afirmación puede tratarse desde distintas perspectivas, pero de la que yo hablo tiene que ver con la curiosidad.
Últimamente me estoy dando cuenta de que estoy perdiendo facilidad para asombrarme o para disfrutar algo. Mientras más vemos, leemos, escuchamos y vivimos mejor y peor para nosotros. Cuando te pasa esto te das cuenta realmente de lo ingeniosos que son los artistas, tanto veteranos como novatos. Son capaces de destacar sobre los demás y de dejarte con la boca abierta, tengas la edad que tengas.
Y es que en general a la par que crecemos vamos perdiendo ese entusiasmo y esa alegría, si no fijaos en los ancianos y en la cara de indiferencia y asco que es normal ver en la tercera edad.
El mundo lo mueve la curiosidad.
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